EH Bildu inutiliza el frente unionista del
PP y PSOE y desafía el PNV
Artículos de
Opinión | Óscar Simón | 27-10-2012 |
En líneas
generales las elecciones en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) han supuesto el
hundimiento del frente unionista encarnado por PP y PSOE, la vuelta del PNV-EAJ
a la lehendakaritza, la desaparición de IU como fuerza parlamentaria y, sobre
todo, la irrupción de EH-Bildu (coalición formada por la izquierda abertzale,
Aralar, Alternatiba y Eusko Alkartasuna, EA) como segunda fuerza política. La
obtención de 21 diputados y 276.989 votos deja bien claro el absurdo que
suponía la ilegalización y es asimismo una gran noticia para la sociedad vasca
en general, y para la izquierda rupturista en particular.
Si
analizamos la evolución del voto vemos que el PNV ha perdido 80.000 votos desde
2005, y respecto a 2009 cerca de 20.000. Por otra parte, el PSOE ha obtenido
211.939, 100.000 menos que en 2009, mientras que el PP con 129.907 ha perdido
casi el 50% de los apoyos desde 2005. Ezker Anitza (IU en Euskadi) y Ezker
Batua-Berdeak (escisión de la primera) suman 10.000 votos, inferior a la
obtenida por Ezker Batua 2009. Por su parte, EH Bildu ha obtenido unos 80.000
votos más que la suma que hacían en 2009 la ilegalizada D3M, Aralar y EA.
Por lo
tanto, la única fuerza política que incrementa su apoyo electoral es EH Bildu.
Esta coalición ha sido posible gracias a un cambio de estrategia de la
izquierda abertzale, abandonando la lucha armada y su apuesta por formar un
polo soberanista de izquierdas. Es muy importante resaltar que en Euskadi y en
cierto modo también en Galiza está reproduciendo un fenómeno que ya hemos visto
en Grecia, que no es otro que la conformación de un espacio político a la
izquierda del social liberalismo. EH Bildu, y en menor medida, AGE (Alternativa
Galega de Esquerda) dejan bien claro que no sólo es posible lanzar coaliciones
electorales amplias contra los recortes, sino que además éstas son capaces de
ilusionar y movilizar a amplias capas de las clases populares.
Tras las
declaraciones de Iñigo Urkullu, parece claro que el PNV-EAJ, con 27 diputados
(a 11 de la mayoría absoluta), gobernará en solitario, buscando apoyos
variables en función de las circunstancias. Urkullu ha situado como primera
prioridad la lucha contra la crisis, como segunda la pacificación y en tercer
lugar el futuro de Euskadi en la UE. Es decir, que pese a la mayoría
nacionalista PNV no buscará un pacto estable con Bildu porque teme que ésta le
arrebate la hegemonía social. De centrarse el debate político en la cuestión nacional,
la formación de Urkullu no podría mantenerse en la ambigüedad calculada que
practica. Euskadi lleva tres trimestres seguidos con el PIB en negativo y,
aunque su situación social es mejor que la de muchas otras comunidades, la
crisis es también una realidad.
El PNV tiene
clara sus prioridades y su política irá dirigida a defender los intereses de la
burguesía de Neguri. Para EH Bildu se abre un escenario de confrontación
social. La recesión económica deja poco o ningún espacio a la concertación. No pagar
la deuda, la reducción de la jornada laboral para repartir el trabajo, la
defensa del medio ambiente contra la explotación del gas en Araba, entre otras
luchas, supondrán tensiones dentro de la coalición EH Bildu, en la que conviven
sectores revolucionarios con socialdemócratas moderados
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