Viajes de supuesto interés general
Artículos de
Opinión | José Enrique Centén Martín | 28-10-2012 |
Los viajes
del jefe del Estado o del presidente del gobierno a países extranjeros con
representantes de las empresas del Ibex 35, publicitando profusamente la marca
España, para explicar la intencionalidad de apertura de mercado español en el
exterior, encierra otra lectura, el interés de esos grandes empresarios en
buscar ventajas fiscales para invertir en terceros países, sin que afecte al
nuestro desde ningún punto de vista, los beneficios quedarán en ellos o en
paraísos fiscales, la tributación en el nuestro será mínima, o tal vez en una
sola dirección, comisiones a determinadas personas, con un palacete, Rolex de
oro, una cacería..., todo por permitir diversificar sus intereses y reducir
personal en las empresas españolas, podemos citar múltiples ejemplos.
Gamesa
reducirá en un 11% su plantilla en España, 500 personas, por trasladar a China
su principal centro de producción y suministro.
Tras la
visita a Brasil el 27/7/12, Telefónica Internacional estudia su traslado a ese
país en Agosto 2012, el 24 de Octubre confirma el traslado, resultado, 250
personas al paro si no aceptan en Marzo su traslado a dicho a Brasil.
En el actual
viaje a la India entre el 24-26/10/12, país con unas condiciones laborales y de
seguridad que brillan por su ausencia, sin Seguridad Social, sin ninguna
regulación en edad, y un largo etcétera, igual que en China. Los motivos son
claros, pero nos saca de dudas las declaraciones del jefe del Estado español,
al enumerar los atractivos que puede ofrecer la India a la inversión española:
"modernas infraestructuras, mano de obra cualificada y un marco
regulatorio favorable", más claro imposible, dentro de unos meses
aumentará el paro en España por la inversión de alguna de nuestras empresas en
dicho país.
Tanto el
jefe del Estado como el de gobierno, deben fomentar el capital en el comercio
interior de un país, ofrecer estímulo y mantenimiento a una mayor cantidad de
trabajo productivo, para incrementar el valor del PIB interior, en lugar de
fijar sólo el objetivo del capital en el comercio exterior. Porque los
excedentes del producto del trabajo interno, estimula a mejorar sus capacidades
productivas y a expandir al exterior, de este modo se incrementaría el ingreso
y la riqueza reales de la sociedad.
Estos
supuestos viajes de interés general con representantes de Ibex 35, da una
imagen de supeditación a la mezquina rapacidad y espíritu de monopolio de los
capitalistas y grandes corporaciones, se consideran de alguna manera los
supuestos gobernantes reales de la nación, ya no solo por esto, sino también
por las exigencias en determinadas reformas laborales, con el único interés
económico de la política retroliberal del llamado Mercado.
Según
Sismondi (1773 -1842), la economía política liberal es, ante todo, la ciencia
abstracta de la riqueza, la que gira en torno a los beneficios procedentes del
cambio de mercancía y no orientada hacia la utilidad social.
Los
liberales desconocen que la demanda debería basarse en las clases más numerosas
y que, si estas ganaran más, tendrían mayor poder de compra y, por lo tanto se
evitarían las crisis. Para el liberal, el consumidor es el capitalista, no el
pueblo, mientras que la realidad ni es ni debe ser así. Los que viven de la
riqueza comercial viven de un público metafísico y no de la sociedad
real, que es la que trabaja y la que debería de consumir más.
Los que
mandan son esclavos, a menudo, de fuerzas egoístas, sectoriales, gremiales o
capitalistas, todos ellos incompatibles con el bien común, por eso los
incapacita para ver o actuar más allá de sus inmediatas exigencias, por lo
tanto no deben de ser nuestros representantes, debemos de exigirles que miren a
la ciudadanía, obligar al gobierno que se supedite al interés general, en lugar
del interés del Capital.
Fuente: www.tercerainformacion.es/
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