Apuntes sobre las elecciones catalanas. Artur Mas, el ‘mesías’ sin pueblo
Artículos de
Opinión | Esther Vivas | 27-11-2012 |
Artur Mas se
presentaba en estas elecciones como el “mesías”, el “salvador”, del pueblo
catalán. Así lo dejaba claro su lema de campaña, “La voluntad de un pueblo”,
con él al frente. Pero parece que no escuchó muy bien al pueblo. Al pueblo que
no quiere recortes, ni desahucios, ni manipulación mediática, ni políticos
corruptos… A Artur Mas, el gran estadista, le falló la brújula. Y así se ha
quedado, con un 30,61% de los votos y 50 escaños pelados. A mucha distancia de
los 68 diputados de la tan cacareada mayoría absoluta.
Al
presidente Artur Mas se le ha caído la careta, por más que se disfrace de
independentista. Ante muchos, aparece como lo que es: la cabeza visible de un
partido conservador, fiel al mundo empresarial y que siempre ha defendido el
actual marco Constitucional. Muy pocos se creen ya sus mentiras. El resultado
de estas elecciones no deja lugar a dudas, el escuálido resultado de CiU, a
pesar de poner toda la maquinaria político-mediática a su servicio, y el buen
resultado de fuerzas como ERC, ICV-EUiA y la CUP-AE, lo ponen de manifiesto.
Una parte
muy significativa del pueblo catalán quiere decidir su futuro pero también
quiere un futuro sin recortes, sin desahucios, sin despidos y sin corrupción.
Ahora está por ver si ERC estará a la altura de las circunstancias y pondrá al
mismo nivel la defensa de los derechos nacionales y los derechos sociales o si
continúa por la senda de la subalternidad a CiU, que ya siguió dócilmente en la
parte final de la recién terminada legislatura.
Mientras, el
PSC continúa en caída libre. No tanto como se esperaba, pero caída. Si en 1999
obtuvo el 38,2% de los votos, hoy sólo cuenta con un 14,46% de los mismos,
situándose como tercera fuerza del arco parlamentario catalán. Bye bye PSC,
como antes le han dicho adiós al PASOK en Grecia y al PSOE en el Estado
español, es el otro mensaje de la jornada. La socialdemocracia se convirtió
hace años al social-liberalismo, aplica a rajatabla la política que dicta el
poder financiero y ha dejado desamparadas a sus bases sociales. Un Partit dels
Socialistes Catalans que recorta como el que “Mas”, y que a penas reconoce el
derecho a decidir del pueblo de Catalunya.
Y frente a
un escenario político-electoral centrado, interesadamente por CiU, en la
cuestión nacional y en un contexto de auge de las fuerzas soberanistas, el otro
lado de la balanza se ve, también, reforzado. De aquí el éxito de Ciutadans,
que triplica su representación, y que mientras por un lado exalta la “Madre
Patria” como “una grande y libre”, por el otro denuncia oportunista y
demagógicamente la mala praxis política, su supeditación a la banca y los
recortes económico y sociales… conectando con amplias capas sociales huérfanas
de un referente de izquierdas. Un éxito resultado del fracaso de conectar la
lucha por el derecho a decidir con la lucha por los derechos sociales, la
crisis y la precariedad. Una tarea estratégica para la izquierda catalana ayer,
hoy y mañana.
Masiva
asistencia a las urnas ha sido otro de los titulares de la jornada. Y así es.
Casi un 70% de participación, la más alta en unas elecciones al Parlamento
catalán. Que muestra el reinterés social y ciudadano por intervenir en las
cuestiones políticas. En un momento donde se popularizan consignas del 15M como
“esto no es una crisis es una estafa” y donde cada vez son más las personas que
apuestan por otra salida a la crisis, la indignación se empieza a visibilizar,
de un modo u otro, en las urnas.
La CUP-AE ha
demostrado que sí se puede. Que a partir de un trabajo municipalista
consolidado, con un programa de ruptura con el sistema, unos candidatos
vinculados a las luchas sociales y conectando con el malestar social indignado
que ocupa plazas, viviendas vacías, bancos y supermercados… es posible romper
el cerco parlamentario y llenar un espacio existente pero hasta ahora vacío. La
entrada de la CUP-AE en el Parlament se debe a que ha suscitado apoyos que van
más allá de la izquierda independentista, y que incluye a la izquierda
anticapitalista y muchos activistas sociales. Y pone de manifiesto que tan
importante como construir alternativas cotidianas y manifestarse en la calle
es, también, necesario apostar por opciones políticas que disputen la hegemonía
a los mismos de siempre.
Hoy quienes
nos rebelamos, indignamos y desobedecemos podemos estar contentos. Artur Mas ya
no suma, sino resta. Mas es menos. Su nuevo gobierno va a durar poco. Y una
nueva voz se abre espacio en el teatro de la realpolitik. Que comience el
espectáculo.
Fuente: http://tercerainformacion.es/
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