miércoles, 28 de noviembre de 2012

“SOIS DESPOJOS HUMANOS, SIN CONCIENCIA, SIN ESCRÚPULOS, SIN ALMA”



A los banqueros, políticos y demás sicarios
16 Noviembre 2012

 Artículos de Opinión | Revista Fusión | 27-11-2012 | 

Sois escoria. Sois lo más bajo, repulsivo y despreciable de esta sociedad que, por cierto, ya os ha quitado la careta y está empezando a ver vuestro verdadero rostro. Vuestra naturaleza no es humana, no lleváis en vuestros genes esa humanidad que permite que aflore la sensibilidad, la comprensión, la ternura y, sobre todo, el sentimiento de solidaridad, de hermandad, con los seres humanos que os rodean. Vosotros, desde la ceguera que os produce vuestra adicción al poder, miráis hacia el exterior y sólo veis instrumentos para satisfacer vuestra codicia, vuestra ambición, vuestra enfermiza usura.
Vosotros sois insensibles al dolor ajeno, a la desesperación y el sufrimiento de aquellos que son impotentes ante las injusticias que juntos tramáis y ponéis en marcha. Os escudáis detrás de una falsa e hipócrita apariencia de "honorables" y de lo que vosotros llamáis el "deber" y la "responsabilidad" con vuestra nación, os atribuis la condición de "salvadores", como si lo que hacéis estuviera por encima de los derechos humanos y tuviera una justificación en sí mismo.
Pero sois incapaces de aceptar que sois basura, que no hay argumento, ni disculpa, al hecho de arrastrar a ancianos fuera de sus casas, de golpear salvajemente a jóvenes que buscan la educación que se les niega, de condenar a la miseria a miles de ciudadanos que, según esa Constitución de la que tanto habláis y defendéis, tienen derecho a un trabajo digno, a una vivienda digna y a una sanidad digna.
Vosotros no sois, como pretendéis, los responsables de guiar esta sociedad y este país hacia un futuro mejor. No tenéis ni capacidad, ni voluntad, ni inteligencia suficiente para hacerlo. En realidad, la mayoría de vosotros sois unos tarados, unos ignorantes que no saben leer en los tiempos que corren y que no saben comprender hacia donde os llevan vuestras actuaciones. Si tuvierais un poco de humildad y un poco de sentido común abandonaríais vuestros pedestales y os apuraríais en recuperar algo de vuestra humanidad perdida.
Os creéis "dioses" pero en realidad no comprendéis que sois las marionetas de los "dioses", unos "dioses" que saben de su cercano final, que conocen el fin de su tiempo y que apuran en lo posible, y con vuestro servilismo, sus últimos momentos.
Es incomprensible cómo podéis vivir con el permanente desprecio de los ciudadanos sobre vuestras conciencias. Cómo podéis dormir después de ver en los noticiarios las imágenes de lo que vosotros provocáis. Cómo podéis sentiros vivos, porque vuestra existencia es una ofensa a la verdadera Vida.
Pero vuestras caras se van poco a poco oscureciendo, vuestra emanación se va haciendo repulsiva, os vais convirtiendo poco a poco en seres oscuros y despreciables. ¿Acaso no conocéis la historia de esta humanidad? ¿Acaso no sabéis lo que sucedió, en numerosas ocasiones en el tiempo, a aquellos que pensaron y actuaron como vosotros? ¿Acaso no sabéis como acabaron?
Camináis y os movéis como si fuerais "estrellas", "ídolos", cuando en realidad sois dignos de lástima, porque estáis poseídos por el poder, o lo que vosotros conceptuáis como poder. Pero vais a conocer el verdadero Poder, vais a vivir la verdadera Justicia, vais a experimentar el verdadero Dolor y a sentir el auténtico Miedo.
Todo ello es lo que vosotros sembráis a vuestro alrededor, lo que queda después de vuestras decisiones, de vuestros acuerdos, de vuestras leyes.
No sois dueños de la Vida, no sois dueños de la Libertad, no sois dueños de la Dignidad. Pero actuáis como si lo fuerais y eso os va a pasar factura.
Los ciudadanos de España y del mundo os están identificando, saben ya a quien servís, y saben que en vuestra agenda, en vuestras intenciones, no están los derechos humanos, como tampoco está la compasión, la solidaridad, ni el respeto a la Vida.
El daño que estáis ocasionando a las personas que, con sus impuestos, pagan vuestros espléndidos e intocables sueldos, lo consideráis "daños colaterales", y lo justificáis en nombre de un futuro mejor. Pero vosotros sabéis que estáis mintiendo, sin embargo no os grita vuestra conciencia, no os duele el dolor ajeno, no os angustia la creciente desesperación de aquellos que no ven futuro para ellos ni para sus hijos.
Sois despojos humanos, sin conciencia, sin escrúpulos, sin alma.
Pero vuestro tiempo se acaba. Pagareis por todo el daño que sembráis. Conoceréis en vosotros la dimensión de la verdadera Justicia.
Si pudierais contemplar el futuro, vuestro futuro, posiblemente no lo soportaríais. Pero es lo que habéis escogido.



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