AZNAR: "LA GUERRA CIVIL EMPEZÓ EN EL
34"
La derecha reconstruye su historia
Jueves, 29
de noviembre de 2012
M. Medina
(*) - Canarias Semanal
Una vez
desaparecido Franco e instaurada la Monarquía de Juan Carlos I, - escribe
nuestro colaborador M. Medina - las clases hegemónicas españolas quedaron
huérfanas de argumentos políticos que justificaran su decidida participación en
la Guerra Civil y posterior colaboración con la dictadura de general Franco.
Pio Moa llegó en su auxilio (...).
En
una entrevista realizada en el marco de un programa de Carlos Herrera,
en Onda Cero, con motivo de la publicación de la primera parte de su
biografía, "Memorias", el ex presidente del gobierno José María
Aznar se refirió al titular de una información aparecida en el periódico
"El País" sobre el acto de presentación de su libro. Según dijo
el ex presidente, la versión digital del diario tituló: “Aznar se remonta a
la Guerra Civil para explicar la situación catalana”.
El ex presidente,
agarrando el rábano por las hojas, trató de explicar en el programa radiofónico
cuál era la tesis de Pío Moa, y de paso - sin proponérselo- explicó la
suya propia. "En 1934, se produce un hecho absolutamente
incontrovertible e histórico -dijo el político ultraderechista con el
énfasis que le suele caracterizar- y es que la Generalitat de Cataluña
se subleva contra el gobierno legítimo de la Republica. Es curioso que se
refiera ese diario [El País] a aquel acontecimiento como Guerra
Civil, porque eso significa y, es cosa de agradecer a los que han escrito
esa información, que ese diario hace suya la tesis del historiador Pío
Moa, que entiende que la Guerra Civil empieza justamente en el año 34. Una
novedad histórica para los planteamientos tradicionales de una parte de la
izquierda española”.
En efecto, uno de los "revisores" modernos de la historia de
la Guerra civil y de la dictadura franquista, Pío Moa,
sostiene que en el año 1934, con la sublevación de Asturias y Cataluña,
fue cuando realmente la Guerra Civil española. Esta tesis no
tiene, desde el punto de vista histórico, ningún fundamento. Si tuviéramos que
analizar con los parámetros utilizados por Moa para referirnos al
momento preciso en que comenzó la Guerra civil española habría que
remontarse, entonces, a la sublevación del general africanista Sanjurjo,
en 1932, y a las proclamas incendiarias contra la República del cardenal Pedro
Segura, como primeras tentativas para acabar con la experiencia
republicana en España. Los testimonios que evidencian que la derecha
histórica le declaró una guerra sin cuartel a la II República son
abundantísimos. Desde las conjuras en las salas de banderas, pasando por la
compra de voluntades por parte del millonario Juan March, hasta los
iracundos discursos desde la tribuna del parlamento republicano de quien luego
sería obispo de Canarias, el vasco Antonio Pildain Zapiain. La
derecha no dió tregua al proceso republicano.
El historiador ultraderechista Pio Moa, antiguo militante de los GRAPO
y posible ex agente de la policía político-social según algunos, ha sido el
muñidor laborioso de estas tramposas coartadas
"históricas", confeccionadas ex profeso para uso de la derecha
posfranquista. Moa diseñó todo un cuadro argumental falso que pudiera
ser utilizado para justificar la sublevación militar del 1936 y los casi
40 años de dictadura que le siguieron.
Una vez desaparecido Franco e instaurada la Monarquía de Juan
Carlos I, las clases hegemónicas quedaron huérfanas de argumentos
políticos que justificaran su decidida participación en la
Guerra Civil y posterior colaboración con la dictadura del general
Franco. Habían llegado tiempos nuevos. Ahora necesitaban
aparecer ante la sociedad española y ante Europa como demócratas
sinceros, limpios de todo el detritus generado por cuatro décadas de poder totalitario.
Y Pio Moa vino a jugar el papel de arquitecto fullero que construyó
para la burguesía un endeble entramado teórico que le sirviera para
defenderse frente a aquellos que exigian que se revelara la
complicidad de las clases conservadoras españolas en el genocidio
franquista. El resto fue fácil. Las editoras, las TV, la prensa, todo el
complejo mediático, se puso manos a la obra. La argumentación de Moa
podía carecer de base histórica, pero ¿qué importa eso si desde la muerte del
dictador la verdad de lo sucedido a partir del 18 de Julio del 36
ha estado encerrada bajo siete llaves, en aras de la reconciliacion de clases
pactada durante la Transición?
Miren ustedes por dónde, el periódico El País y el mismísimo Pío Moa han
venido a coincidir en la explicación del inicio de la Guerra civil española.
Y José María Aznar, que es ciertamente un personaje muy tosco pero
no tonto, ha aprovechado para felicitarlos.
(*) M.Medina
es profesor de Historia.
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