sábado, 23 de marzo de 2013

EL BANCO MALO, CRÓNICA DE UN ACTO DE RESISTENCIA PACÍFICA Y SU CRIMINALIZACIÓN



Detenidas 18 personas activistas de vivienda por un acto de resistencia pacífica en las oficinas de la SAREB
España | Amelia Alvarado-Tercera Información | 22-03-2013 | 

Ayer fue un día repleto de causas por la lucha de Vivienda. Una vista de 2 detenidas por resistencia en la EMV (empresa municipal de vivienda), y juicio contra otras 14 por un encierro en el BBVA del bario de embajadores… Convocatoria, a partir de las 10.30 en los juzgados de Plaza de Castilla.
Pero había algo más para el 21M. Varias afectadas por desahucios han pasado de tener sus hipotecas y respectivas deudas en “bancos”, a pasar a formar parte de la SAREB, el “banco malo” que absorbió los activos tóxicos de los bancos convencionales, el pasado año.
La SAREB realmente no es un banco, sino un “ente” formado por varias corporaciones financieras que, a través de una presidenta italiana, decide la fortuna de los “pobres desgraciados hipotecados”. ¿Les desahuciamos ahora, en un mes? ¿A quién vendemos sus casas, qué beneficio sacamos? Algunas afectadas habían conseguido ya la dación en pago, e incluso un alquiler social, en sus bancos, pero al pasar su hipoteca a la SAREB, esto quedó en el olvido, y la causa y el proceso de desahucio siguió adelante.
Por eso, varias personas nos encerramos ayer en la sede del SAREB (Pº de la Castellana 81), intentando mediar, conseguir una cita con los responsables, solucionar la causa de las afectadas (embarazadas, enfermas… sin recursos y avocadas a dormir en la calle), evitar más desahucios, darles una alternativa habitacional.
Alrededor de 25 personas ( todas sin identificar) entramos en las oficinas del SAREB en torno a la 1pm, dispuestas a hacer resistencia pacífica hasta ser escuchadas. La respuesta, como siempre, largas. “Si os vais nos comprometemos a hablar con vosotras el lunes y concertar una cita”, si no olvidaos… Pero nadie quería darnos nada por escrito, era la misma excusa de siempre, no nos servía. Decidimos quedarnos hasta conseguir algo firme.
La puerta permaneció abierta en todo momento, varios mandos de la UIP se acercaban a preguntar, todo estaba aparentemente tranquilo. Algunas compañeras salían a fumar o a por café, y en uno de esos momentos de calma tensa, la UIP montó un cordón en la puerta impidiendo la entrada o salida del edificio,
La situación se tensó; varias compañeras se quedaron fuera, dentro otras que no debían estar…y entre tanto revuelo, una compañera fue agredida por un UIP y cayó al suelo golpeándose en la cabeza (se le trasladó a La Paz, y dará parte de lesiones, padece además de fibromialgia). Varios compañeros más sufrieron ataques de los agentes. El resto, en el interior, decidimos hacer resistencia pacífica. No podíamos identificarnos (como acto de desobediencia no llevábamos dni), no íbamos a oponer resistencia violenta pero tampoco entregarnos, teníamos un objetivo y queríamos que se cumpliera. Si no podíamos reunirnos con un responsable, por lo menos llamaríamos la atención sobre la injusticia de las afectadas del SAREB.
A las 18h nos dijeron que procederían a identificarnos, y si no lo hacíamos nos llevarían a comisaría con cargos. No podíamos hacer lo primero, así que esperamos pacientes, con los brazos entrelazados.
Poco a poco, llegaron los “taxis” nacionales. Primero nos levantaron a las mujeres, y nos fueron trasladando a la comisaría de La Remonta, en Tetuán. Después a los hombres, estos esposados, y con bastante peores formas (cachondeos tipo “esta es la lucha de la clase obrera” riéndose de nuestros cánticos, o vacilando a un compañero con problemas de dicción. ). Una compañera también sufrió daños en el hombro por la forma de trasladarle al coche, y otro compañero que estaba dando apoyo en el exterior.
En comisaría, todo más fácil, aunque duro por las identificaciones, fotos, huellas, y demás protocolos. El calabozo tampoco era nada agradable, ni los cacheos, que te quiten tus pertenencias, el frío... La limpieza dejaba mucho que desear (aunque ya sabemos que los detenidos nunca han sido una prioridad), por lo menos nos pusieron juntas a las mujeres, el estar entre rejas se lleva algo mejor. Nos dijeron los cargos; allanamiento, resistencia a la autoridad y desobediencia. ¿Allanamiento en un edificio con puertas abiertas? ¿Resistencia 20 personas sentadas en el suelo junto a algunas a punto de ser desahuciadas, enfermas o embarazadas? Había muchas personas apoyando a la salida de la comisaría, alguna hasta se llevó un empujón de los amables agentes (también presentará parte).
Desobediencia, sí, porque es el único camino que nos queda, y seguiremos ejerciendo ese derecho.
Nos veremos en los juzgados, la información, vídeos y streaming nos dará la razón, y “nos hará libres.
Sí se puede!!


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