Alrededor de un millón de familias británicas gastan más de un
tercio de sus ingresos en costos de vivienda, que los dejan muy vulnerables al
endeudamiento y la pobreza, de acuerdo a un estudio divulgado hoy en Gran
Bretaña.
Internacional | CubaDebate | 06-06-2013 |
La
investigación de la Fundación Resolución concluyó que 1,3 millones de familias
de ingresos medios y bajos están gastando más de lo que pueden en gastos de
hipotecas, alquileres y costos de manutención, dejando a un lado costos
esenciales de alimentos y servicios como el agua y la electricidad.
La
mayor proporción de aquellas familias con costos de viviendas demasiado altos
viven en Londres (16%), y en el sureste de Inglaterra (15%), mientras que sólo
un 2% vive en Irlanda del Norte, y un 3% en el noreste de Inglaterra.
Vidhya
Alakeson, subdirectora ejecutiva de la Fundación y co-autora del reporte,
declaró que muchas familias en Gran Bretaña “están teniendo cada vez más
problemas para encontrar casas adecuadas para sus necesidades y presupuestos”.
“Muchas
veces se ven obligadas a tomar decisiones difíciles que implican no poder pagar
por alimentos o servicios como el agua y la electricidad, y de esa forma hacer
frente a los altos costos de alquileres o pago de hipotecas. Todo esto ocurre
cuando los costos de vida están subiendo”, declaró la experta.
“Nos
hemos acostumbrado a la idea que comprar una propiedad en el Reino Unido se ha
vuelto un sueño imposible de concretar para millones de personas con salarios
medios o bajos. En un caso típico llevaría 22 años para poder ahorrar para un
depósito y así acceder a una hipoteca”, continuó.
Alakeson
explicó además que las rentas privadas “también se están volviendo cada vez más
caras, aunque para muchas familias sigue siendo la única opción”.
El
análisis de la Fundación incluye información acerca de en qué gastan las
familias británicas sus sueldos, principalmente aquellas de salarios medios y
bajos.
La
entidad concluyó que en muchos casos las presiones financieras son tantas, que
las familias de recursos bajos se ven obligadas a dejar de gastar en muebles,
vestimenta, viajes o incluso alimentos, sólo para poder pagar el alquiler o los
altos costos de una hipoteca.
Todo
esto ocurre cuando el gobierno británico implementó a partir del mes pasado un
polémico nuevo sistema de subsidios, que tiene como objetivo principal
“desincentivar la dependencia” a la subvención pública.
La
nueva iniciativa fusiona muchas ayudas de vivienda, manutención, empleo y
familia, como también alivios impositivos, en un único “crédito universal”
mensual, que hasta ahora era aprovechado por muchas familias de escasos
recursos.
El
gobierno estima que 3,1 millones de familias se beneficiarán con más subsidios
como resultado del crédito universal, aunque 2,8 millones de ellas podrán pedir
ahora menos subvención pública, dejándolas más expuestas a la pobreza.
Grupos
críticos a la iniciativa expresaron preocupaciones al indicar que el nuevo
sistema dependerá enteramente de una red compleja de computación, la cual
podría no estar lista para lidiar con millones de casos.
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