Por Ana Mulet.
Hambre en España no es de
elección personal, ni está justificada por ninguna causa natural, ni por
la desidia de los ciudadanos, el hambre en España está causada única y
exclusivamente por los malos Gobiernos que estamos padeciendo.
El hambre en si, no debiera
existir ni aquí, ni en ningún otro lugar del planeta, el hambre existe
porque existen malos Gobiernos; en cualquier país donde se pasen
necesidades a cualquier nivel, falte la educación de calidad para todas
las personas y el hambre sea la norma general, aceptada y consentida por
el Estado; en ese país hagánme caso, quienes les gobiernan les están
engañando, robando y asesinando conscientemente.
Cuando un Gobierno consiente,
tolera y no pone todos los medios de que dispone para acabar
inmediatamente con las situaciones de injusticia social, sean del tipo
que sean y que afecten aunque solo sea a una sola persona, a un pequeño
grupo y en el caso actual de manera sangrante y cruel a millones de
personas, a todo lo largo del territorio nacional, queda patente y en
evidencia que tenemos y hemos tenido en anteriores Gobiernos a muy malos
gobernantes.
Gobernantes que no merecen
justificación de ninguna índole a sus medidas, gobernantes que han
puesto por delante de la ciudadanía, sus intereses personales camuflados
en intereses abstractos de índole internacional, basados en las
decisiones de tecnocratas, con la sensibilidad de un buzón de correos,
que nos han llevado y nos siguen manteniendo en esta trágica y cruenta
situación.
Cuando los gobernantes de una
nación no ven como a sus iguales a todos y cada uno de sus electores,
estamos frente a una dictadura de facto, impersonal y deshumanizada.
Irremisiblemente condenados a ser gobernados como si fuésemos animales
de carga y a sufrir como animales, ya que así, nos consideran estos
despiadados Gobiernos.
Si consentimos ese trato
vejatorio y brutal, aún viendo a diario, sufrir y pedir comida a niños,
ancianos, madres desesperadas, enfermos etc. Sin que les llegue la única
respuesta correcta, que sería el final de este suplicio a los más de 2
millones de niños que en este país pasan hambre, niños y personas en
general, sea cual sea su genero, raza, religión o idioma… que no merecen
ser tratados como animales famélicos y cuyos padres, abuelos amigos
etc… sobrepasados por la situación y sin esperanza de mejora, no tienen
ya nada que darles, solo esperar que la beneficencia ya desbordada, les
solvente un día más el lacerante problema.
Mientras tanto todos nosotros
testigos mudos de este desgarro humano, seguimos sin unirnos, aún
inexplicablemente no colmados de justa ira, seguimos dejando que el
Gobierno siga sin decir basta a este hambre tangible y real. ¿Que
esperamos conseguir, si en realidad parece que hemos aceptado
comportarnos como animales de carga?
El desinterés de nuestra casta
dirigente, por todo lo que no sea conservar su patrimonio propio, nos
está llevando al caos, a la hambruna, a la desesperación inútil, que no
da ningún consuelo, ni solución. La política del Partido Popular es un
gigantesca opereta de la demagogia y del oportunismo al mejor estilo
fascista.
Un timo a gran escala en
todos los ámbitos que ellos controlan. El caso es que podríamos ser un
país con un altisimo grado de prosperidad a todos los niveles, en cambio
la solidaridad de las personas es lo que impide que estos niños mueran
de hambre, lo que en realidad deja ver esta situación, es un país
saqueado por la casta política de la malintencionada derecha. Y una
clase social la trabajadora, condenada a la beneficencia pública.
Precisamente condenada, por
quienes en teoría les votaron para velar por nuestros derechos y
seguridad, vivimos así por la ausencia de políticas generadoras de
puestos de trabajo, de igualdad social y del reparto equitativo de las
riquezas de nuestra tierra.
La cultura del expolio y de la
corrupción llevada al máximo, es el supremo exponente de la
descomposición de toda España, como único interés de la acción de la
política neoliberal del Partido Popular. Los que más necesitan de
soluciones urgentes debido al desinterés del Gobierno, son y serán
siempre los más masacrados. Porque creanme no esperen piedad, ni
conciencia social de parte del Gobierno actual, solo hay una solución,
decir basta y plantarles cara de una vez por todas.
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