susana alcelay / madrid
Día 03/06/2013 - 12.57h
Las jubilaciones
actuales no sufrirán recortes, pero ya no se garantizará la revalorización de
su renta con el IPC
Ángel navarrete
Bruselas
se impacienta, aprieta... y ahoga. Primero invitó al Gobierno de Rodríguez
Zapatero a reformar el sistema público de pensiones y abordar, entre otras,
un retraso paulatino en la edad de jubilación de 65 a 67 años. Así se hizo.
Después, urgió al Ejecutivo de Mariano Rajoy a emprender una segunda
reforma sin que la primera hubiera entrado en vigor. También se hizo. Era
necesario penalizar cualquier fórmula de jubilación anticipada, de retrasar en
lo posible el acceso al sistema público. Pero la inquieta Bruselas necesitaba
más. Urgió al Gobierno a que antes del verano tuviera definido un factor de
sostenibilidad de las pensionesque ligara el sistema al momento económico.
Crisis y esperanza de vida se han convertido en un cóctel perverso que ya no da
tregua.
¿En
qué fase se encuentra ahora esta reforma? ¿Qué cambios introducirá en el
actual modelo público de pensiones?¿Habrá que trabajar más años para cobrar los
mismo que ahora con menos años de cotización? ¿Qué impacto tendrá en el gasto?
¿Cuándo estará en vigor? ¿Quién definirá los nuevos cambios?
Doce
expertos de tendencias diversas nombrados por el Gobierno trabajan en un
documento de consenso sobre una reforma que tendrá como misión recortar el
gasto y, por tanto, las pensiones futuras, además de desligar la
revalorización anual de las pensiones del IPC como fórmula de ahorro si los
precios se disparan. Todos los parámetros serán revisados de forma urgente, sin
esperar a 2027, que es la fecha por la que se decantó la última reforma de las
pensiones para poner al día la edad de jubilación. Esa última reforma avanza
tres meses por año la edad de retiro desde los 65 años actuales hasta
llegar a los 67 en 2027, salvo en el caso de los trabajadores que hubieran
cotizado al menos 38 años y medio, que podrían jubilarse a los 65 años.
Cada vez vivimos más años
La
fuerte crisis que zarandea el sistema de pensiones, unido a los cada vez más
años que viven los mayores y a la caída en el número de hijos son serios
condicionantes que invitan a una reforma para sostener uno de los pilares del
Estado de Bienestar. Las proyecciones son las que son e indican que la
esperanza de vida a los 65 años pasará de los actuales 19 años hasta 23 en
2060. A ello se une que la tasa de fecundidad no permite llegar al reemplazo de
la población (la tasa de fecundidad es de 1,35 y la de reemplazo de 2,1 hijos
por mujer) y al hecho de que cada vez se accede más tarde al mercado laboral y
aumenta el periodo de formación.
Definición del factor. Gastos a la baja
La
sostenibilidad financiera del sistema de pensiones se articulará a
través de una nueva fórmula que debe garantizar el equilibrio presupuestario.
El gasto en pensiones dependerá de los ingresos, lo que supone que si los pagos
crecen por encima de la recaudación el desfase deberá corregirse mediante la
aplicación del factor de sostenibilidad y reducir el gasto en la misma
proporción. Este factor, que ya se aplica en muchos países europeos, permitirá
ajustar las prestaciones de quienes tienen que jubilarse tras la nueva reforma
según la esperanza de vida.
Adiós IPC. La situación económica manda
Las
pensiones dejarán de actualizarse con el IPC, tal como ocurría desde
comienzos de los años noventa. En su lugar, los expertos proponen una fórmula
de actualización anual automática que tome en consideración básicamente la
situación financiera del sistema. La subida de las pensiones debe estar ligada
a la marcha de la economía, o lo que es lo mismo, a la evolución de los
ingresos y gastos del sistema de la Seguridad Social. Una de las
propuestas que está encima de la mesa pasa por tener en cuenta la evolución de
los ingresos en los cinco años anteriores, así como las proyecciones para los
cinco años siguientes.
«La
revalorización de pensiones supone un coste muy importante para la Seguridad
Social», aseguró el Gobierno en el informe sobre el factor de sostenibilidad
que envió al grupo de expertos el pasado abril. Para demostrarlo, aseguró que
los casi 100.000 millones de euros que se gastaron en pensiones contributivas
en 2011, 26.860 procedían de las revalorizaciones anuales.
Jubilación a los 67 años. ¿Acelerar plazos?
La
esperanza de vida jugaría también un papel fundamental a la hora de calcular la
cuantía de las pensiones y los años de cotización. En la práctica supone que
si, por ejemplo, la esperanza de vida de los nuevos pensionistas es un 3%
más elevada de la que tenían quienes causaron baja, la nueva pensión
debería ser un 3% más reducida de la que percibían los anteriores perceptores.
Bruselas exige esa fórmula y los expertos tienen claro que la edad de
jubilación debe ligarse a la esperanza de vida. La actual ley de reforma del
sistema público de pensiones, que entró en vigor el pasado 1 de enero, prevé
ligar edad de jubilación a la esperanza de vida a partir del próximo 2027. El
factor que llega podría implicar acelerar los plazos para llegar a la
jubilación a los 67 años.
Largas carreras de cotización
Como
ya informó ABC, la reforma de las pensiones no traerá cambios bruscos en el
sistema, su puesta en marcha será gradual y no afectará a todas las
generaciones por igual. Los algo más de nueve millones de pensionistas actuales
y aquellos ocupados que lleven muchos años trabajando y hayan acumulado largas
carreras de cotización q uedarán fuera de los nuevos cambios.
Dos mil millones de ahorro
El
impacto de la reforma del sistema en las arcas públicas está cuantificado en
unos 2.000 millones de euros anuales hasta el año 2016, según se incluye en el
Plan de Estabilidad enviado por el Ministerio de Economía a Bruselas.
Fuente:
www.abc.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario