Varios centenares de presos, en el campo de concentración de Heliópolis,
construyeron un colector que “saneó y corrigió graves defectos de 1929” en la
zona.
Memoria
Histórica | Tercera Información | 12-06-2013 |
Una vez más,
y van cinco desde 2002, el Grupo de Trabajo “Recuperando la Memoria de la
Historia Social de Andalucía” de CGT.A se ha dirigido al Ayuntamiento de
Sevilla mediante escrito presentado en el Registro y dirigido al Alcalde,
solicitando los permisos necesarios para la instalación de un monolito o
similar, pero en ningún momento se hace petición expresa de apoyo o subvención
económica.
En el
escrito hace mención a los trabajos de investigación y de actuación social de
este Grupo “en todo lo relacionado con los campos de concentración y del uso de
presos políticos `sometidos al régimen de regeneración por el trabajo´ o mejor
definidos como mano de obra esclava desde 1937 hasta finales de los años
cincuenta, por parte de la dictadura tanto para la realización de trabajos al
Estado (administraciones e instituciones: Ministerios, Diputaciones,
Ayuntamientos, Instituciones Penitenciarias, Confederaciones Hidrográficas,
etc.) como la cesión a entidades (Iglesia) y el alquiler a decenas de empresas
privadas de todos los sectores productivos. Esta situación la sufrieron miles de
presos en nuestra ciudad”.
EL
AYUNTAMIENTO COMO PROMOTOR DE UN CAMPO DE CONCENTRACION
Continua
manifestando, el escrito, que “también el Ayuntamiento de Sevilla fue
beneficiario de estas prácticas `usando´ a este tipo de presos en su propio
beneficio, con el objetivo de resolver un grave problema de salubridad en esa
zona de Sevilla. Concretamente la Memoria del proyecto manifestaba que `los
trabajos a realizar consistían en la construcción indispensable de un colector
de alcantarillado para la desviación del vertido al Guadalquivir´ y en cierta
forma complementar `las costosísimas obras ya ejecutadas por el Estado,
denominadas Plan de Obras de Mejora del Puerto de Sevilla, entre las que se
comprende su habilitación como dársena y la desviación del curso del río´"
Se extiende
en algunos detalles de interés como que “El campo de concentración “El
Colector” también denominado “Prisión habilitada de Heliópolis”, fue promovido
y costeado por el Ayuntamiento a través de un impuesto especial (Alcohol), y su
aprobación el 7 de Julio de 1937 (en plena guerra) da una idea, tanto de la
urgencia como de la influencia política de los vecinos de esta nueva zona de la
ciudad. Construido para unos 250 presos (los necesarios para la realización de
la obra) y 100 http://www.elcorreoweb.es/resources..., acogió en
un momento dado, a más de novecientos presos sobre todo tras el cierre del
campo de Sanlucar la Mayor… El campo estaba ubicado a `pie de tajo´, en unos
terrenos cedidos por la Junta de Obras del Puerto en el antiguo cauce del río
Guadaira, margen izquierda de la Corta de Tablada (hoy Avenida de Las Razas,
frente al Parque del Guadaira)”.
LOS
FIRMANTES DAN IDEA DE LA IMPORTANCIA DEL CAMPO
En la firma
del Acuerdo para la puesta en marcha de este campo de concentración estaban
Gonzalo Queipo de Llano, General jefe del ejército del Sur, Joaquín Benjumea
Burín, Presidente de la Diputación, Ramón de Carranza Gómez, Alcalde de Sevilla,
y algún que otro técnico (Jesús Iribas) especialista en este asunto de la
construcción de campos de concentración. Excusó su asistencia por enfermedad,
Pedro Parias González, Gobernador Civil.
TRAS
AUTORIZACIONES, QUE NO SUBVENCIONES.
En varias
ocasiones hemos intentado conseguir del Ayuntamiento algún tipo de actuación
(construcción de una maqueta. Rafael Carmona. PA 2002), (señalización PSOE e
IULVCA, 2004 y 2008) y por último (Juan Bueno. PP. 2011) sin ningún tipo de
respuesta.
Consideramos
que 73 años después, la ciudad necesita recuperar para la memoria colectiva un
espacio vital de nuestra historia reciente y dada la próxima finalización de
las obras del Parque de El Guadaira, y siendo este el mejor de los lugares
posibles para la instalación, dada su cercanía al lugar que ocupó dicho campo
de concentración (no más de cien metros), una señalización con unos datos
mínimos de lo que ese lugar ocurrió en un pasado reciente. Lo que se intenta
conseguir son las autorizaciones pertinentes para instalar la señalización
adecuada, cargando con el trabajo y los costes de dicha instalación por nuestra
cuenta y así “liberar” a ese Ayuntamiento de este gasto.
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