martes, 30 de julio de 2013

“LOS BUITRES CARROÑEROS EN BUSCA DEL DORADO”



ABOGADOS EXPERTOS EN INDEMNIZACIONES BUSCAN CLIENTES ENTRE LAS VÍCTIMAS
Empresas y despachos de letrados promueven la creación de asociaciones de afectados
Un vecino traslada a una de las niñas heridas en el accidente de Santiago, momentos después del descarrilamiento. / Xoan Soler (La Voz de Galicia)
Empezaron a aparecer en las mesitas de la sala de espera de la unidad de cuidados intensivos (UCI) del hospital Clínico de Santiago, apenas 48 horas después de la tragedia. Son unas hojas fotocopiadas en las que se lee Plataforma víctimas Alvia 01445y que contienen un “manifiesto” según el cual la plataforma es “apartidista”, “plural” y su objetivo es “proteger y amparar al colectivo de víctimas del accidente”. “Si estás de acuerdo, y eres víctima directa o familiar, firma la hoja adjunta adhiriéndote”, añade. El papel pide los datos y asegura que —“contactaremos”, dice sin identificarse— organizará una asamblea informativa para constituir una asociación.
Algunos familiares de heridos creyeron que la iniciativa de agruparse provenía de los propios afectados, pero no es así. En el caso de la plataforma, es la Fundación Avata de ayuda al accidentado la que la promueve la agrupación. Se trata de una “fundación privada de carácter asistencial y sin ánimo de lucro”, según su página web, que forma parte del grupo Avata Hispania, una empresa especializada en defender a las víctimas de siniestros “frente a las propias compañías aseguradoras” para conseguir, señala en su publicidad, “la máxima indemnización posible”. Este diario trató sin éxito ponerse en contacto con ambas.
No es la única propaganda de una asociación de afectados que ha aparecido por los pasillos del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), el centro sanitario que ha atendido al mayor número de heridos —entre ellos, los más graves— del accidente ferroviario. Bajo de la denominación de “asociación” también se ha encontrado estos días publicidad con un número de móvil y un nombre. Quien contesta al otro lado de la línea no es un familiar de un herido o un fallecido en el siniestro, ni uno de los ocupantes del tren. Después de hacer algunas preguntas, el hombre explica que es abogado y que la asociación de la que hablan los papeles que se encuentran en las salas de espera del hospital aún no está creada. Él trabaja, asegura, para un “despacho jurídico” y ya tiene a 12 personas “inscritas”. Reconoce que la asociación no está creada, puesto que son los perjudicados los que tienen que hacerlo.
“La mayoría de afectados no conocen sus derechos”, asegura, y señala que su empresa pretende representar a las víctimas y sus familiares, ofrecerles una “defensa común de sus intereses” y asesorarles en todos los trámites que van a tener que realizar a partir de ahora. El sábado aseguraba que en los próximos días se dedicarán a comprobar que las 12 personas que les han confiado sus datos de contacto son realmente perjudicados para posteriormente poner en marcha la asociación. A preguntas sobre el porcentaje de las indemnizaciones que cobrará la empresa por estos servicios, contesta: “Como todo despacho, tenemos un beneficio económico, pero en principio no hemos hablado de cuantía”. Añade que en estos casos lo habitual es pactar una comisión de un porcentaje determinado.
Renfe tiene contratados dos seguros
Todos los viajeros cuentan con un seguro obligatorio de accidentes que se adquiere con el billete y que cubre a aquellos pasajeros que “sufran daños corporales en accidente”, según la web de Renfe, una compañía que tiene contratado este seguro con Allianz. La indemnización por fallecimiento está estipulada en 36.000 euros y la de los heridos suele medirse según los baremos establecidos para los accidentes de automóviles. No obstante, es el juez el que debe determinar el dinero que se entregará a los afectados, con las limitaciones que Allianz establezca por contrato.
Renfe también tiene contratado un Seguro de Responsabilidad Civil suscrito con la empresa australiana QBE Insurance Europe Limited. Esta póliza “responde de los daños causados a los viajeros, a sus equipajes, al correo o a la carga transportada, a las infraestructuras ferroviarias, a los trenes y a terceros, personas o bienes, en los términos, alcance y cuantía establecidos con una franquicia de un millón de euros”.
Para que Renfe sea responsable es necesario que se determine la causa y la culpabilidad de las personas que han intervenido en el accidente. Si el juez estableciera que Renfe es responsable civil subsidiario, se activaría el seguro con QBE, con los límites que tenga fijados.
Todas las reclamaciones que surjan por el siniestro de Santiago irán pues contra Renfe, que cuenta con el aval del BBVA. QBE tendrá que atender a los heridos o familiares de los fallecidos que consideren que las indemnizaciones del Seguro Obligatorio no cubren adecuadamente los daños sufridos. También debería indemnizar a Adif por los daños en las vías y a Renfe por el tren siniestrado y la pérdida que suponga tener cerrada la línea por un tiempo. El Consorcio de Compensación de Seguros no actúa en este caso porque no es debido a una catástrofe natural o a terrorismo.

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