Autor: José Enrique
Centén Martín
Dudas,
dudas, dudas, tiene la ciudadanía de la honradez de sus representantes
políticos en todos los órganos de poder, ya sea parlamentario, senado o
ayuntamientos, no solo en lo personal, sino política. Este gobierno, la sembró
hacia el anterior por su incapacidad de afrontar la situación económica en
España, todo era culpa de él, cuando era general en el mundo occidental. Crisis
que provocó el revés económico que sufrieron la grandes multinacionales por la
Globalización, Globalización que sirvió para su enriquecimiento y a su vez al
enriquecimiento de los países que ahora llaman emergentes, emergentes en muchos
casos producto de la corrupción, del trabajo sin condiciones laborales,
explotación infantil, horarios cercanos a la esclavitud, hacinamiento, sin
cobertura sanitaria, ni jubilación, en definitiva, solo por poco más de un
plato de comida para subsistir. Ahora están tratando y consiguiendo la
equiparación de los trabajadores del sur de Europa, para que lleguen a los
mismas condiciones de laborales que las emergentes, con la intención de evitar
la competencia de estas.
Están
intentando acercarnos a sus mismos costos de mano de obra, aún estamos por
encima de los 30 € al mes, de los países emergentes asiáticos y africanos, y de
los 300 € de los países del este de Europa, los nuevos incorporados a la UE.
Pero mientras los trabajadores cada vez ganan menos, los directivos abren más
la brecha en diferencia de salario gracias la Reforma Laboral y subvenciones
que reciben directamente, como el beneficio fiscal tanto de ellos como de sus
empresas, incluso inyectándoles dinero directamente por medio de los bancos o
cajas rescatados y nunca devueltos, debida a la desaparición de muchos de
ellos. La merma del poder adquisitivo hace que el hambre llame a las puertas de
muchos hogares, porque la desnutrición de los más pequeños es un hecho en
muchas ciudades.
El
gobierno actual llegó al poder con el 37,53% de votos de la ciudadanía,
ciudadanía que confió en un programa político, no solo incumplido, sino
empeorando al de su predecesor. Hablan de la herencia, pero la única herencia
de estos gobernantes, es la contraria al Bienestar Social conquistada por
decenas de años de reivindicaciones de los trabajadores de este país, fruto de
la lucha sin cuartel contra la patronal y sus diferentes dirigentes
políticos. El gobierno anterior empezó a socavarla con una Reforma Laboral,
llamada mileurista, esa reforma y la falta de miras, le costó el gobierno, no
por el trasvase de votos, sino por el 33,77% de abstención, prácticamente la
misma cantidad con la que obtuvo “mayoría” el gobierno actual. La herencia que
reclaman el actual gobierno, es la del principio de la Revolución Industrial
del siglo XIX, defendida por dictaduras de todo tipo y por la burguesía que las
apoyaron, principalmente en:
Educación,
con la merma presupuestaria a lo público y subvenciones a los privados, en la
primaria y secundaria, beneficiando a los pudientes, logrando que la enseñanza
superior solo esté al alcance de pocas familias y algunas con mucho esfuerzo.
En
Sanidad, se tiende a la privatización total, quedarán hospitales de
beneficencia, algunos conocimos las casas de socorro, dependiente de los
ayuntamientos, estas desaparecieron por la aparición de los ambulatorios, que
están empezando reducirse y a cerrar en determinadas horas nocturnas.
Volveremos a las iguales hoy Sociedades médicas, en manos de los de siempre, la
patronal y miembros notorios de gobiernos actuales o anteriores.
Con las
pensiones, ocurre lo mismo, cada vez será menor su poder adquisitivo, limitado
al 0,25%, y el repago farmacéutico se incrementa 6 veces más esa cantidad,
sobrecoste en gasto de fármacos necesarios, en detrimento de los mayores por
años de trabajo y desgaste físico propio de la edad. Mientras los futuros
jubilados, tendrán cada vez menos pensión, debido a la Reforma Laboral, porque
será habitual los trabajos por horas, días o semanas, disminuyendo su
cotización para la jubilación futura, algunos podrán pagarse un Plan de
Pensiones, si pueden afrontarlo.
Ante el
malestar creciente y su posible e inevitable respuesta, que tarde o temprano
ocurrirá, se prepararon de antemano, primero califican las huelgas o
manifestaciones parciales de algunos sectores como en limpieza, personal
sanitario, profesores, funcionarios…, tachándolas de políticas, claro que lo
son, porque la política no es coto de los representantes en las instituciones
públicas elegidos por la ciudadanía. Política, en su origen etimológico viene
del latín “políticus” y éste del griego”πολιϮιс” (políticos), que significa “de
los ciudadanos”, y según la RAE: actividad del ciudadano cuando interviene en
los asuntos públicos con su opinión, con su voto, o de cualquier otro modo.
También, técnica y métodos con que se conduce
un asunto.
La segunda medida cuando las huelgas y manifestaciones se
han sucedido, es la promulgación de Ley de Seguridad Ciudadana, paso previo al
Estado policial que teníamos superado desde la muerte del último dictador. Pero
aun así, al igual que con él, la conciencia colectiva volverá a recuperar los
derechos pisoteados por estos nuevos atilas. No dudemos, “vivir quiere decir
tomar partido. Quien verdaderamente vive, no puede dejar de ser ciudadano y
partisano. La indiferencia y la abulia son parasitismo, son cobardía, no vida.
Por eso odio a los indiferentes. Porque se ha consentido el acceso al poder de
hombres, que sólo un amotinamiento conseguirá luego derrocar”. (1)
1.- Antonio Gramsci
(1891-1937), “Odio a los indiferentes”, Publicado en La Città futura, 1917
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