Por José Enrique Centén Martín
05 de marzo de 2014
Esperemos que el Ministerio del Interior, de Justicia, de Trabajo y la
Mancomunidad de Transporte actúe con contundencia, mandando a los
antidisturbios para controlarlos, a estos es más fácil de encontrar, no hay que
ir a las cocheras ni a las cabeceras de Línea. Deben de ir a los despachos de
los directivos o a sus casas, son pocos y cobardes.
Sí, cobardes
porque se escudan en el anonimato, pero se sabe quiénes son, ellos son los
responsables de posibles altercados, no de los profesionales y conductores de
su empresa, mientras los trabajadores han aceptado los servicios mínimos, los
estrategas de la empresa han diseñado los servicios que deben cumplir, y
paradójicamente se centran en lasLíneas que prestan servicios en la Nacional I y VI. Vías que tienen menos
infraestructura en el transporte público, anulando servicios y horarios, a
diferencia que en el Metro o en los Autobuses urbanos de la capital, Alsa no
respeta las horas punta de los usuarios, y sin embargo las horas valles están
completas, anulan estos servicios para que no puedan ir a su centro de trabajo
en Madrid, dada la situación laboral actual muchos puede ser sancionados o
despedidos, por retraso o no asistencia a su puesto de trabajo, o que sus hijos
no puedan asistir a clase, provocando a los afectados para se enfrenten a los
conductores los únicos que darán la cara, porque los directivos estarán
escondidos, ¡cobardes!.
Los
trabajadores exigen seguridad en los vehículos para ellos y para los usuarios,
que no vayan autobuses con personas de pie, por reducción de personal y
vehículos, y en contra del recorte salarial que pretenden, con más horas de
trabajo por falta de personal.
Las voces de
esos políticos que estaban en contra de las medidas en Metro y Autobuses
urbanos, acusando a los trabajadores de huelga salvaje, ahora deben alzar la
voz contra los directivos salvajes que han diseñado esta estrategia maniquea.
¡Un afectado!
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