"Tuvo un papel importante en la división provincial de Canarias",
dice el presidente del Cabildo Gran Canario
Por
Cristóbal García Vera - Canarias-semanal.org
Viernes,
23 de mayo de 2014
La propuesta para cambiar el nombre de dos de los
muelles del Puerto de Las Palmas ha vuelto a poner de relieve
la significativa dificultad que el gobernante Partido Popular manifiesta
para desvincularse, siquiera en la apariencia, de la larga tradición golpista
que atesora la derecha en el Estado español.En el pasado año 2013 el PP
-con el apoyo "abstencionista" de Unión
Progreso
EL DICTADOR PRIMO DE RIVERA EN UN DISCURSO,
RESPALDADO POR LAS "FUERZAS VIVAS"
Democracia - se negaba una vez más a realizar
una condena explícita del franquismo, rechazando la proposición de ley que
pretendía instaurar el 18 de julio como una fecha dedicada a
dicha condena y a reivindicar la memoria de las víctimas de aquel régimen
criminal.
En esta ocasión, el Partido Popular de Gran Canaria, por
medio del presidente del Cabildo José Miguel Bravo de Laguna, ha
paralizado la propuesta para que uno de los muelles del puerto capitalino
deje de llevar el nombre de Miguel Primo de Rivera. El
reaccionario militar que, mediante otro golpe de Estado, impuso en España su
dictadura entre los años 1923 y 1930, contando para ello con el apoyo del
abuelo del actual monarca, Alfonso XIII, el Ejército, la Iglesia
Católica y las clases dominantes del país.
¿QUIÉN
FUE PRIMO DE RIVERA?
Conviene recordar que Primo de Rivera suspendió la
Constitución de 1876, disolvió el Parlamento, prohibió la libertad de
prensa e instauró en España un régimen dictatorial dirigido por un Directorio
Militar. Miguel Primo de Rivera, encendido admirador del
dictador italiano Benito Mussolini, quiso ensayar
en España la estructura del estado corporativo fascista de la
Italia de los años veinte, país que visitó invitado por el mismísimo
Duce. Resulta muy significativa la frase que Alfonso XIII le espetara
al rey Victor Manuel en otra visita que hizo a Italia refiriéndose al
dictador Primo de Rivera: "ya tengo también mi
Mussolini". La devoción de Primo de Rivera por Mussolini estaba
MUSSOLINI, EL JEFE FASCISTA ITALIANO AL QUE PRIMO
QUERÍA IMITAR
fundamentada
en la dura represión que el dictador italiano había ejercido en el curso
de los años veinte contra lo que él denominaba la "canalla
izquierdista". No es extraño, pues, que su hijo José
Antonio Primo de Rivera, recogiendo el legado paterno, fuera años
después el fundador e ideólogo de la organización nazifascista "Falange
Española". Durante décadas, su imagen presidió junto a la de Franco,
todos los organismos oficiales, las escuelas, los desfiles y acontecimientos
públicos
Todos estos "méritos", sin embargo, no han
impedido que Bravo de Laguna expresara, en nombre de su
partido, su abierta discrepancia con la intención de que se le deje de rendir
homenaje a quien llegó a decir que "a España había que meterla en
cintura". Tras una reunión del Consejo de Administración del
Puerto de Las Palmas, en la que sí se aprobó rebautizar el dique
de La Esfinge con el nombre del líder africano
anti-apartheid Nelson Mandela, el presidente de la autoridad
portuaria, Luis Ibarra, reconoció a la prensa que "no
había habido un acuerdo con respecto al muelle Primo de Rivera, debido a las
objeciones planteadas por el Cabildo, por lo que la resolución del asunto fue
aplazada".¿QUÉ TENEMOS QUE AGRADECERLE AL DICTADOR PRIMO DE
RIVERA?
Según explicó el psocialista Ibarra, Bravo de Laguna había justificado
su oposición aduciendo "la importancia que Miguel Primo de Rivera
tuvo en la materialización de la división provincial del Archipiélago". Una
disposición administrativa que se realizó merced al Real Decreto número 1586
del año 1927. En efecto, el militar africanista que ejerció el papel de
dictador bajo el tutelaje del monarca Borbón consagró la
división del Archipiélago, dando satisfacción a las revindicaciones de dominio
de las dos fracciones de la burguesía isleña. Las clases hegemónicas canarias se
repartieron el dominio político del Archipiélago mediante la creación de las
dos provincias. De esta forma, la burguesía rural tinerfeña se encargaría de
ejercerlo en las Islas occidentales, Tenerife, La Palma, Gomera y Hierro. Las
islas orientales, Lanzarote y Fuerteventura, quedaron, en cambio,
bajo la influencia de la burguesía mercantil grancanaria. Lejos de ser un
avance - como trata de presentarlo Bravo de Laguna- la
division provindial se convirtió en una auténtica lacra para el conjunto del
Archipelago. La fragmentacion provincial ha sido utilizada a lo largo de
casi un siglo para segmetar también a los sectores populares y enmascarar
la pugna entre ambas burguesías, presentándola ante la sociedad como un litigio
entre las poblaciones de las diferentes Islas y no como una contienda
entre los intereses económicos y políticos de las clases sociales
dominantes.
Tratando de quitar importancia al posicionamiento del presidente del
Cabildo, Luis Ibarra apuntó al respecto que "para
no entrar en un debate histórico, esperaremos al consejo del mes de julio que
queremos celebrar en Lanzarote". "Si el muelle Primo
de Rivera se ha llamado así durante tantos años no pasa nada
por esperar hasta entonces" - apostilló con notable frivolidad el
político del PSC-PSOE.
DEL
MARQUÉS DE ESTELLA AL DUQUE DE SUÁREZ
El
elegido para dar nombre al citado muelle en sustitución del militar golpista
reivindicado por José Miguel Bravo de Laguna no es otro que el
recién fallecido ex presidente Adolfo
Pero, más allá de esta coincidencia, Suárez, que durante el
franquismo llegó a ser Secretario General del Movimiento, encarna
hoy el mito creado en torno a la Transición española, la
operación pergeñada por las élites económicas y políticas del país para
garantizar que se hiciese realidad el célebre "atado y bien
atado" con el que Francisco Franco tranquilizara
a sus huestes en la última etapa de su vida. El papel desempeñado
por Suárez en dicha operación -tutelada por los Estados
Unidos- y la necesidad de las fuerzas que hoy tratan de apuntalar el
desvencijado régimen monárquico de reforzar su imagen, permite presagiar que,
finalmente, asistiremos a algún tipo de acuerdo que permita reconocer al
fallecido Duque de Suárez sin menoscabar el reconocimiento
institucional al Marqués de Estella, Miguel Primo de Rivera.
Ambos, a la postre, dos “Grandes de España” que contribuyeron
a sostener el orden establecido.
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