jueves, 31 de julio de 2014

EN EL 88 CUMPLEAÑOS DE ANTONIO MONTESINOS: JUVENTUD ACUMULADA

Homenaje de la Fundación Abogados de Atocha a Antonio Montesinos, "un joven y entrañable abogado laboralista".
nuevatribuna.es | Por Francisco Naranjo Llanos | 30 Julio 2014 - 12:42 h.
Hace unos días un grupo de amigos, relacionados con la Fundación Abogados de Atocha, le hemos dado un sentido y sencillo homenaje a Antonio Montesinos, un “joven” y entrañable abogado laboralista que cumple 88 años este 31 de julio de 2014.
Antonio nació en 1926 en un pequeño pueblo de la provincia de Segovia a orillas del río Eresma, en donde su padre era Maestro, y como él cuenta: “pero como también era republicano y anticlerical y no lo disimulaba durante la dictadura de Primo de Rivera, se le “recomendó” que pidiera la excedencia”.
Antes de contar retazos de sus historias y su vida decir que a finales de 1965, Antonio Montesinos, conjuntamente con María Luisa Suarez, José Jiménez de Parga y Pepe Esteban, puso en marcha el primer despacho de abogados laboralistas en Madrid, el de la calle La Cruz.
A partir de esa fecha  surgieron despachos laboralistas colectivos en Madrid y en otros lugares de España. En estos despachos no sólo se defendían asuntos laborales, sino asuntos penales ante el TOP, (Tribunal de Orden Público, creado por la Dictadura Franquista), asuntos de desahucios, problemas de barrio, es decir todo lo que necesitaba la inmensa mayoría de la población, explotada por el franquismo.
Espacios para la lucha por la libertad
Esos bufetes de abogados fueron parte esencial en el desarrollo de las reivindicaciones y movilizaciones obreras, ayudando en la negociación colectiva y jugando un importante papel en la formación sindical. Su labor en las Magistraturas, su trabajo asesor y vertebrador, convirtieron aquellos despachos en espacios para la lucha por la libertad.
Este compromiso llevo a muchos de estos abogados a poner en juego sus carreras y seguridad personal en defensa de los presos políticos y represaliados de la Dictadura. Sufrieron persecución y cárcel e incluso la muerte, como ocurrió en el atentado ultra del 24 de enero de 1977 en Atocha 55. Antonio Montesinos fue pionero de esos espacios de libertad.
Su primera relación con los Tribunales la tuvo cuando tenía 16 años. Acompañó a su padre a presenciar el Consejo de Guerra en que juzgaban a su tío y a otros cuatro presos más, por haber reconstituido en Albacete el Partido Comunista. La petición Fiscal dos penas de muerte. La sentencia, cinco penas de muerte. Aquel día Antonio tomó la decisión de ser abogado para defender a los trabajadores. (A su tío lo fusilarían en las tapias del cementerio del Este el 16 de marzo de 1943. Tenía poco  más de 40 años y dejaba viuda y 4 hijos).
Antonio tiene miles de historias y anécdotas para contar. Yo solo me detendré en algunas de ellas.
 En 1952 se dio de alta como Abogado en el Colegio de Orihuela. Vivía en Torrevieja, con sus padres. Conoció el mundo del trabajo por dentro: salineros, y pescadores. La vida era dura tanto para unos como para otros. Los pescadores no tenían sueldo fijo. Iban a la parte. Los salineros eran fijos discontinuos. Respecto de éstos últimos fue el primer ERE que conocía, al eliminar la empresa centenares de puestos de trabajo, al mecanizar la forma de cargamento de la sal en buques que llegaban de todos los puntos del globo.
Esa toma de contacto con la clase obrera fue una experiencia importante en la lucha por el socialismo y por la solidaridad humana. Para Antonio esos trabajadores: “No eran sus clientes, eran sus camaradas, y, por ello, sus amigos”.
Años después, en 1957, y ya en Madrid, uno de los primeros asuntos que llevo y del que se siente especialmente orgulloso,  fue la defensa de un condenado a 30 años de reclusión por haber participado en escuchas colectivas de Radio España Independiente, en las instalaciones de la Marina de Guerra en Cartagena. Consiguió  un indulto particular con apoyo en una Ley de 1870. Le rebajaron seis años de prisión y salió en libertad.
A lo largo de más de 60 años de abogado ha llevado casos colectivos e individuales de Telefunken, de los campesinos de Toledo, de Pegaso de Iberia, etc. La verdad que la vida de Antonio da para varios libros y lo mío es un humilde artículo en su 88 cumpleaños.
Desde su creación en 2004 es miembro del Patronato de la Fundación Abogados de Atocha. Siempre es un honor tener una persona de estas características que con su experiencia y su capacidad dan color y luz a las reuniones. La verdad que es  un auténtico placer escuchar su voz y sus palabras.
En el último año y con motivo de la puesta en marcha por parte de la escuela Confederal de Formación Sindical de CCOO de varios cursos con nuevos sindicalistas sobre “Los Abogados de Atocha” y “El Proceso 1001” y en los que ha colaborado la Fundación Abogados de Atocha, he coincidido con Antonio en varios de ellos y él ha sido una de las estrellas de esos cursos. Sus historias, claridad y don de palabra han puesto en pie más de dos veces a los integrantes de los cursos.
Esto es un breve resumen de sus palabras en el que celebramos recientemente en Oviedo: Cómo surgieron los despachos laboralistas: “Los obreros se habían organizado; los abogados teníamos que organizarnos”. Y en aquellos años aparte de defender a los obreros en magistratura y ante los tribunales de orden público, “fue el abrazo entre los obreros y los intelectuales”. Al referirse al momento actual y la crisis, dijo que “el capital siempre pretende obreros esclavos”, y para defendernos reclamó “unidad y solidaridad” y emplazó a los delegados sindicales jóvenes a “luchar también por crear conciencia de clase entre la gente”.
En fin y como decía al comienzo, en su cumpleaños pasamos una jornada sumamente agradable escuchando sus muchas historias y terminamos convencido de que Antonio Montesinos es mucho más joven de lo que su DNI dice, es decir como tiene una juventud acumulada, puede parecer algo más mayor. Felicidades y ¡que cumplas muchos más camarada Antonio!
Francisco Naranjo Llanos. Director de la Fundación Abogados de Atocha 

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