sábado, 27 de diciembre de 2014

ALMERÍA 2014: NI PAZ NI PIEDAD NI PERDÓN



G. Rodenas / 12 dic 2014
Trabajos en exhumación en Almería.
El fracaso de las excavaciones llevadas a cabo en el cementerio de San José en Almería, donde en el pasado hubo un traslado de los restos del cual no se tenía conocimiento, ha desencadenado una agria polémica entre las autoridades municipales del Partido Popular y los activistas de la memoria, que acusan al Ayuntamiento de falta de colaboración y, sobre todo, de no tener una palabra de compasión con las víctimas.
La célebre y desesperada petición del presidente republicano Manuel Azaña de “Paz, piedad, perdón”, pronunciada en un discurso de 1938 en Barcelona, sigue sin hacer mella en las conductas de muchos dirigente conservadores.
El presidente de la asociación de memoria histórica ‘Memoria y libertad’, Francisco Ortega, ha criticado que el Ayuntamiento de Almería, gobernado por el Partido Popular, no haya mostrado “ni un amago de empatía” con los familiares que solicitaron la exhumación de los restos de represaliados en el cementerio de la capital después de que no se encontraran  cuerpos correspondientes a fusilados en las fosas debido a remociones de terreno practicadas en décadas posteriores.
Salvo la excepción de Málaga, cuyo alcalde del Partido Popular, Francisco de la Torre, mostró una colaboración impecable con las autoridades de la Junta y con las asociaciones de memoria en los complejos trabajos de exhumación y significación de la fosa de san Rafael, en general la actitud de los dirigentes y altos cargos conservadores es de reticencia, cuando no de abierta mofa, ante cualquier iniciativa que lleve el nombre de memoria histórica.
En una carta abierta dirigida al concejal de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Almería, Carlos Sánchez, el presidente e hijo del último alcalde republicano de Gádor ha recriminado al edil que instara a “pedir perdón” por los trabajos ejecutados en el camposanto y, sin embargo, no pronunciara “ni una palabra dirigida a quienes destruyeron las fosas donde se encontraban los enterrados, sin dar cuenta a los familiares ni darles información”.
¿QUIÉN DEBERÍA PEDIR PERDÓN?
“¿Quién debería pedir perdón a sus hijos y a sus nietos?”, se pregunta Ortega en su epístola, consultada por Europa Press, en la que se cuestiona si no existe “ningún responsable” o persona que tenga que “pedir perdón” por haber “destrozado” las fosas en las que estaban los cuerpos de sus familiares, que fueron trasladados según los indicios de las catas arqueológicas practicadas durante casi dos semanas.
Asimismo, ha pedido al edil que aclare “cuál es la falta” de haber puesto una bandera republicana sobre las fosas abiertas durante los trabajos “si a quienes buscábamos eran republicanos”. “Estas personas habían defendido unos ideales de libertad y justicia encarnada en una Constitución democrática, en el ejercicio de una legitimidad nacida en las urnas, que el pueblo le había confiado en las elecciones que habían ganado libre y democráticamente”, ha defendido.
Ortega, quien relata las situaciones por las que tuvieron pasar los represaliados tras la guerra así como los familiares que no pudieron darle sepultura a tenor de sus ideales y creencias, ha solicitado además que “ya que la comprensión no ha sido posible”, que “se nos concedan las autorizaciones y permisos necesarios para construir el monumento que refleje todos los nombres de las personas allí enterradas” para que los familiares puedan “rendir homenaje” a sus difuntos y “reencontrarnos con los recuerdos de nuestros seres queridos”.
UN PROCESO IRREPROCHABLE
Esta semana, el director general de Memoria Democrática, Luis Naranjo, ha considerado “irreprochable” el proceso de exhumación que se ha llevado a cabo en el cementerio de San José de Almería, pese a que no se hayan encontrado los restos de represaliados de la Guerra Civil, y ha criticado la actitud del Ayuntamiento de la ciudad, al que ha acusado de “ocultar” datos sobre el remozamiento de tierras en el camposanto en los años sesenta y setenta.
Tras ser preguntado por las declaraciones de responsables del Ayuntamiento al respecto, que resulta “sorprendente” que “los que llevan décadas enfrentándose, oponiéndose y obstruyendo cualquier iniciativa para recuperar la memoria histórica y para responder a los derechos de verdad, justicia y reparación” ahora “critiquen” a la Dirección General por sus actuaciones.
Además, ha incidido en que, en este caso, el franquismo, “no sólo asesinó y fusiló”, sino que además “ocultó las pruebas”. “Me parece absolutamente increíble e incalificable desde el punto de vista político que los mismos sujetos sociales políticos y mediáticos que llevan mirando para otro lado, ahora nos critiquen cuando hay resultados que no son los que en un principio podíamos esperar”, ha dicho.
De hecho, ha recordado que el proceso de exhumación “ha sido ejemplar y está siendo ejemplar porque aún no ha concluido” en tanto que ha contado con la dirección de un equipo técnico de “probada solvencia” y que lleva décadas investigando el asunto, a lo que se suma la consulta de los archivos históricos y los testimonios orales de los familiares de las víctimas.
“Si algo hay que achacar es la ocultación de datos por parte del Ayuntamiento de Almería, que de forma hipócrita se ha llevado las manos a la cabeza. El movimiento de fosas en los años 60 y 70 por lógica tiene que estar registrado en el archivo municipal, y ese dato no se nos suministró en tiempo y forma adecuados”, ha mantenido Naranjo.
LAS CRÍTICAS DEL AYUNTAMIENTO
El concejal de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Almería, Carlos Sánchez (PP), había declarado previamente que la Junta de Andalucía conocía “desde hace dos años” los “indicios” apuntados por el anterior sepulturero municipal sobre las remociones de tierras ejecutadas desde los años 40 en el cementerio de San José con la que se habrían desplazado de sus fosas los restos de los represaliados del franquismo, ya que dicha información consta en la propia web sobre el mapa de fosas de la Junta.
Según Sánchez , este documento “desmonta” la teoría de que la Junta “no sabía nada” sobre la alteración de las fosas que han sido excavadas durante casi dos semanas por un equipo de arqueólogos, si bien ha admitido desconocer si existe prueba documental en los archivos municipales que corroboraran estas alteraciones. “Nos han engañado desde el primer día, han jugado con los sentimientos de los familiares y los medios de comunicación”, sentenció el edil.



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