El jefe de los fiscales pone fin a
casi tres años de mandato
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- DESCARGABLE Lea el comunicado de anuncio de la renuncia
Eduardo Torres-Dulce, el 7 de octubre, en la Universidad
Jaume I de Castellón. / Ángel Sánchez / Reuters-Live
El fiscal general del Estado, Eduardo
Torres-Dulce (Madrid, 1950), ha presentado su dimisión casi tres años
después de iniciar su mandato. La renuncia se ha producido, "por motivos
personales", según
un comunicado emitido por la propia fiscalía, después de que el máximo
representante del ministerio público haya protagonizado fuertes tensiones tanto
con el anterior ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón,
como con el actual, Rafael Catalá. Las críticas soterradas del Gobierno con su
actuación con el caso
Bárcenas y la
consulta soberanista del 9-N han contribuido a la decisión de Torres-Dulce,
según fuentes próximas al fiscal general.
La nota con el anuncio de dimisión subraya que Torres-Dulce
ha comunicado ya su decisión al ministro de Justicia y que ahora regresará a su
plaza en la Fiscalía ante el Tribunal Constitucional. Justicia hizo público un
comunicado poco después del anuncio de la renuncia, en el que subraya: "El
Gobierno le agradece profundamente su eficacia y entrega en el fiel desempeño
de sus funciones, en cuyo ejercicio ha velado siempre por la defensa de la
legalidad y del orden constitucional, actuando con plena objetividad e
independencia en el desempeño de sus cometidos".
El Gobierno insiste en que Torres-Dulce ha hecho un gran
trabajo y que, en "momentos difíciles y de grandes tensiones, siempre ha
mantenido su autonomía, desde el rigor y con el máximo respeto a la
legalidad". Justicia anuncia que va a nombrar sustituto a la mayor
celeridad. Mañana hay Consejo de Ministros.
El
ministro de Justicia Rafael Catalá ha asegurado en Barcelona que "ni
hay, ni ha habido presiones" para forzar la renuncia del fiscal general,
informa Claudia Sastre. "La fiscalía ha actuado con absoluta
autonomía", ha dicho al ser preguntado por la querella contra Artur Mas.
"No ha habido ninguna injerencia por parte del Gobierno".
Ayer, el fiscal general dimisionario pospuso varios
nombramientos que tenía previsto hacer durante el Consejo Fiscal (entre ellos
la de fiscal jefe del Tribunal Constitucional) porque, dijo, estaba
reflexionando sobre su futuro.
La dimisión se produce además tras la celebración del
referéndum alternativo del 9-N y ante el silencio de la Fiscalía, cuya
actuación reclamó de forma insistente el Gobierno. La salida de
Torres-Dulce, conocido por reclamar continuamente autonomía, pone fin a casi
tres años al frente de la Fiscalía General del Estado. En sus comparecencias,
el jefe de los fiscales siempre ha aprovechado para reclamar medios y
reivindicar cambios legislativos que otorguen a los representantes del
ministerio público mayor autonomía e iniciativa en los procesos penales.
La actuación del fiscal general había sido cuestionada en
privado por varios miembros del Gobierno, que entendía que Torres-Dulce no
había defendido los intereses del Estado en Cataluña. Torres-Dulce señaló en su
última comparecencia ante el Congreso, que se celebró el pasado el pasado 26 de
noviembre, que nunca fue un fiscal "proclive al Gobierno".
"No se me puede decir que sea un fiscal proclive al
Gobierno cuando investigo a Barcenas y solicito prisión para él", señaló
ante la Comisión de Justicia del Congreso, donde presentó la memoria anual de
la Fiscalía General de 2013. "No he tolerado nunca que el Gobierno me diga
lo que tengo que hacer", subrayó entonces Torres-Dulce, quien el próximo
27 de enero hubiera cumplido tres años al frente de la Fiscalía.
Torres-Dulce
fue nombrado por el Consejo de Ministros el 27 de enero de 2012. Entonces
era fiscal de sala en el Tribunal Constitucional y miembro de la mayoritaria
Asociación de Fiscales, de talante conservador. Sustituyó a Cándido
Conde-Pumpido —que estuvo ocho años en el cargo— y con quien se ha enfrentó en
varias ocasiones por los nombramientos dentro de la carrera.
Lleva en la carrera fiscal desde 1976. Tras pasar por
múltiples destinos, en octubre de 1996 fue nombrado fiscal de sala jefe de la
Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado. Cuatro años después fue
designado fiscal de sala del Tribunal Supremo y en 2005 pasó al Tribunal
Constitucional, también como fiscal de sala.
Cinéfilo empedernido, es autor de varios libros sobre el
género western como Jinetes en el cielo, Armas, mujeres y relojes
suizos o El héroe del western: América vista por sí misma.
Torres-Dulce es conocido también por su
participación en los programas del director de cine José Luis Garci, como Qué
grande es el cine o Cine en blanco y negro, en el que participa
comentando los clásicos que se emiten previamente.
Fuente: www.elpais.com
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