A
propósito de la propuesta de Ley de Orden Público del gobierno español
Jueves, 18 de diciembre de 2014
Por FRANCISCO JAVIER GONZÁLEZ (*) /
CANARIAS-SEMANAL.ORG.- Estos días casi
solsticiales me han traído a la memoria aquel 20N de fausto recuerdo en
que una especie de mono orejudo y compungido anunciaba, en medio de llantos y
babeos, mediante aquella pantalla en que el mundo era negro y gris una noticia
que lo hacía parecer luminoso: ¡Españoles, Franco, ha muerto!
Ahora, casi treinta años después, un aventajado
discípulo de aquel criminal dictador que tuvimos que soportar en esta colonia
de virrey militar, el lengüín de Rafael Hernando, ha sido nombrado
portavoz parlamentario del partido que patrocina la corrupción
gubernamental. El tal Rafael es aquel que, refiriéndose a los hijos de
los fusilados por el fascismo hispano enterrados por cunetas y basureros, les
espetaba que para buscarlos y enterrarlos con dignidad "hay algunos que
se han acordado de su padre cuando había subvenciones para buscarlos",
y el mismo que, malamente llega a un año (6/8/13) cuando en medio de la crisis
brutal en que nos han sumido, pontificaba que "la responsabilidad en
los casos de desnutrición es de los padres" y no, por supuesto, de los
destructores de millones de puestos de trabajo y salvadores, con nuestro sudor,
del corrupto sistema político-bancario que expulsó de sus viviendas a esos
padres y succionó sus modestos ahorros. El tal Rafael puede ahora
anunciar en technicolor y pantalla plana ¡Españoles, el Caudillo ha
resucitado! ¡Han vuelto los gloriosos días en que se puede imponer la
Ley y el Orden, los días del porrazo y tente tieso, los de la Ley de
Vagos y Maleantes -ampliada luego para abarcar a los homosexuales- y del
benéfico Tribunal de Orden Público!
Para que no se me tache de
extremista o de agitador y resulte así incurso en causa penal, diré que, en
realidad, hemos mejorado. Recordemos que la causa nº1 del TOP fue contra
un tal Timoteo Buendía -nada que ver con los Buendía del coronel
macondino- que con una fenomenal cargacera, al salir Franco en la tele del bar,
exclamó ¡Me cago en Franco! Y el batumerio escatológico le costó una
condena de 10 años. Hoy, con la nueva Ley de Seguridad Ciudadana,
un "me cago en el Rey" o en Rajoy o un "puta
España" sería una falta grave y lo hubiera resuelto con una multita de
30.000 euros, o lo que es lo mismo, unos 5 milloncejos de las antiguas
pesetas. Eso, claro está, si no se es reincidente, porque en ese caso,
pasaría a ser muy grave y la cosa se elevaría hasta los 600.000 euros -da hasta
temblores ponerlo en pesetas- lo mismo que manifestarse sin autorización
gubernativa ante edificios como el Congreso, el Parlamento español o el
mismísimo Parlamento de andar por casa en Teobaldo Power, incluso en el caso de
que estén tan vacíos colmo el bolsillo de un parado de larga duración.
Los Rajoy's boys se han superado. La franquista Ley de Orden
Público de 1959 o la Ley de Seguridad Ciudadana del ínclito Corcuera,
el aficionado a las patadas en la puerta, son simples balbuceos
infantiles. Esta nueva afina donde más duele a una sociedad amenazada por
la miseria y los desahucios, que es en los bolsillos. Se suprimen muchas
de las supuestas faltas del Código Penal y pasan a tener carácter
administrativo para eludir cualquier intervención judicial y que les salga
algún juez rana como les ha pasado últimamente. Hay una cierta ventaja y
es que respirar no es aún punible, pero tiempo al tiempo.
El gobierno español,
para mantener el privilegio de unos pocos basado en la miseria y la
desesperación de muchos, se ha decantado por el arma del miedo y la represión a
pesar de que la experiencia demuestra que, aunque válido en corto plazo,
termina por ser el germen de procesos revolucionarios porque, in
defectiblemente, la represión multiplica el ansia de libertad. El
aspirante a neocaudillo intenta, con esta ley, convertir a España y sus
colonias en un estado básicamente policial, con unas FOP a las que se atribuye
el atributo cuasi divino de su absoluta credibilidad: "Las denuncias,
atestados o actas formulados por los agentes de la autoridad en ejercicio de
sus funciones que hubiesen presenciado los hechos, previa ratificación en el
caso de haber sido negados por los denunciados, constituirán base suficiente
para adoptar la resolución que proceda, salvo prueba en contrario y sin
perjuicio de que aquellos deban aportar al expediente todos los elementos
probatorios disponibles" y, frente a esta presunción de veracidad total
¿puede aportarse prueba en contra? Desde luego fotos o vídeos de la
brutalidad policial que, bueno es recordar, los casi mil heridos (777 según el
gobierno colonial) que ha causado la actuación "moderada" de las
denominadas Fuerzas del Orden- no podrán aportarse dado que una de las
prohibiciones incluidas en la ley, en su artículo 36, es la de grabar cualquier
actuación policial, dotando además a la policía de la facultad de decomisar el
material obtenido por proceder del delito de haberlo grabado. Cualquier
actuación policial tipo de las bárbaras que hicieron en Atocha que, por cierto,
sigue en total impunidad, deberá quedar, por decirlo de alguna forma, en la más
absoluta intimidad. El tal Jorge Fernández Díaz recuerda ya al Fraga
de "la calle es mía" demostrando con hechos la capacidad de
superación de la derecha reaccionaria española, sobre todo cuando se trata de
actuaciones sobre desgraciados que intentan huir de la miseria y el hambre a
través de las fronteras coloniales de Ceuta y Melilla, de los que tratan de
impedir que los desahucien de sus hogares o de los que simplemente protestan
contra el saqueo y la destrucción de sus recursos naturales, como, por ejemplo
nuestro caso con la multinacional Repsol.
Una de las imágenes de las actuaciones
policiales que será ilegal tomar y reproducir.
¡Ojito aquí, en esta colonia
africana! Cada vez que nos planteemos manifestarnos públicamente o en las
redes sociales sobre la sacrosanta unidad del hispano imperio de cartón, de sus
ministros jilufos , de sus medianeros criollos, de sus saqueos
petroleros……habrá que hacerlo con exquisitez supina para no incurrir en falta
grave tipificada como "ofensas o ultrajes a España, a las comunidades
autónomas y entidades locales o a sus instituciones, símbolos, himnos o emblemas,
efectuadas por cualquier medio." Vamos, que hasta que no haya
condena en firme, no puedo decir que el alcalde de mi pueblo es un lambido
sinvergüenza o recitar, con alguna pequeña variante, aquel poema de Tarajano de
la patrona España que con el yanqui se acuesta.
Personalmente me declaro totalmente
culpable de desacato, rebeldía, insumisión y lo que se quiera añadir porque,
claramente lo digo, ¡Váyase el Caudillo Rajoy con todos sus ministros,
su ley de la patada en la boca, su intangible unidad patria y sus esbirros
amaestrados a hacer puñetas!
Gomera a 18 de
diciembre de 2014.
(*) Francisco Javier González. Nacido en Aguere (La Laguna, Tenerife) en 1940.
Químico (Universidades de La Laguna y Complutense). Ha sido profesor y
director de varios Institutos de Bachillerato. Colabora desde joven en la
lucha política por la independencia de Canarias desde un pensamiento marxista
renovador. Militante del clandestino Partido de los Trabajadores Canarios
(PTC), participa en el desarrollo de Solidaridad Canaria y de la Confederación
Canaria de Trabajadores y en su periódico “Nación Canaria”. Con la
disgregación del PTC es nombrado Secretario General del Partido Revolucionario
Africano de Canarias (PRAIC) y, al integrarse con la Organización para los
Comunistas Canarios (OCC) y otros colectivos para fundar el Frente Popular por
la Independencia de Canarias (FREPIC-AWAÑAK) en 1986, es elegido Secretario
General del mismo hasta que, por divergencias en la línea política y la
trayectoria de la organización, causa baja en la misma tras el V
Congreso. Fundador y Presidente del Centro Canario de Estudios Amistad y
Solidaridad entre los Pueblos de África “Amílcar Cabral", impulsa desde él
las primeras celebraciones de “La Rebelión de los Gomeros” y la creación del
Congreso Mundial Amazigh (París 1996) y luego del 1er Congreso (Tafira
1997). Fundador y director de la revista teórica “La Sorriba” y de la
Editorial Tagoror, colaborador hace años de prensa canaria (El Día, La
Provincia y La Voz) y asiduo actualmente en prensa digital (Magec, Canarias
Semanal, El Independiente de Canarias, El Guanche, Canarias Insurrecta, Kaos en
la Red, Aporrea…) y de Radios Libres (Guiniguada, Onda Isleña, Popular de
Canarias…).
Fuente: www.canarias-semanal.org
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